El tres de diciembre, la mesa directiva del Senado de la República otorgó la Orden del Congreso en su máxima categoría, Gran Cruz con Placa de Oro, a Patricia Linares, ex presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz.
La resolución de otorgamiento tiene tres breves considerandos donde se justifica la condecoración. En ellos hacen un resumen de la hoja de vida de la señora Linares. En el segundo, sostienen que fue “miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y participó en la elaboración de la Constitución Política de 1991”. Es absolutamente falso. Ella ni fue constituyente ni participó en la elaboración de la Constitución. Linares no desmintió ni pidió corrección de la resolución.
Para más ironía, la condecoración le fue entregada a Linares el diez de diciembre, el día internacional de los derechos humanos. En la ceremonia participaron algunos de los senadores que solicitaron la condecoración y también Griselda Lobo, conocida con el alias de Sandra Ramírez, compañera de Tirofijo y hoy segunda vicepresidente del Senado a nombre de las Farc.
Una foto de Ramírez y Linares juntas en la condecoración se regó como pólvora en las redes y generó una fuerte polémica. La JEP, en defensa de su ex Presidente, publicó un trino que decía que "rechaza el uso de imágenes manipuladas. Pongámosle altura al debate” y puso la foto que se publicaba en redes, sosteniendo que era un fake, junto con otra en que aparecían más senadores, diciendo que esa era la foto real. La afirmación de que la foto fue manipulada es mentirosa y no tiene ningún sustento. La foto no fue alterada. De hecho, fue publicada por la misma Ramírez en su cuenta de Twitter.
Se ha afirmado también que tergiversan quienes sostienen que las Farc condecoraron a su juez. Como dije, con independencia de quienes hayan solicitado la distinción, la concesión la hace la mesa directiva del Senado, de la que Ramírez es segunda vicepresidente. No tiene presentación alguna que las Farc, a través de su senadora, hayan participado en la condecoración y es intolerable que Linares lo haya permitido. No es aceptable que quienes deben ser juzgados condecoren a su juez y es abiertamente contrario a la ética que ese juez acepte que quienes son objeto de su jurisdicción participen en el galardón que se les otorga. Hay que recordar que Linares, aunque ya no preside el tribunal, sigue siendo magistrada.
Y hay que resaltar que aquello de que la mujer del César no solo debe ser honesta sino parecerlo es aún más necesario en materia de justicia. Lo mínimo que habría de esperar de los magistrados de la JEP es que guardaran las apariencias. Pero no, van a retratarse sonrientes con aquellos a los que juzgan, en un acto no solo repugnante sino ofensivo y provocador con las víctimas de las Farc que ven como sus victimarios no solo no pagarán por sus delitos sino que festejan con quienes deberían juzgarlos. Esa foto es una bofetada, una risa burlona en la cara de todos los colombianos y, en particular, de quienes sufrieron en carne propia los crímenes de las Farc.
Los áulicos del pacto con las Farc han salido en gavilla a sostener que quienes criticamos estas desvergüenzas atacamos el proceso de paz. Falso también. La paz no se construye desde la injusticia y la impunidad y el desconocimiento de los derechos de las víctimas.EXTO
La resolución de otorgamiento tiene tres breves considerandos donde se justifica la condecoración. En ellos hacen un resumen de la hoja de vida de la señora Linares. En el segundo, sostienen que fue “miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y participó en la elaboración de la Constitución Política de 1991”. Es absolutamente falso. Ella ni fue constituyente ni participó en la elaboración de la Constitución. Linares no desmintió ni pidió corrección de la resolución.
Para más ironía, la condecoración le fue entregada a Linares el diez de diciembre, el día internacional de los derechos humanos. En la ceremonia participaron algunos de los senadores que solicitaron la condecoración y también Griselda Lobo, conocida con el alias de Sandra Ramírez, compañera de Tirofijo y hoy segunda vicepresidente del Senado a nombre de las Farc.
Una foto de Ramírez y Linares juntas en la condecoración se regó como pólvora en las redes y generó una fuerte polémica. La JEP, en defensa de su ex Presidente, publicó un trino que decía que "rechaza el uso de imágenes manipuladas. Pongámosle altura al debate” y puso la foto que se publicaba en redes, sosteniendo que era un fake, junto con otra en que aparecían más senadores, diciendo que esa era la foto real. La afirmación de que la foto fue manipulada es mentirosa y no tiene ningún sustento. La foto no fue alterada. De hecho, fue publicada por la misma Ramírez en su cuenta de Twitter.
Se ha afirmado también que tergiversan quienes sostienen que las Farc condecoraron a su juez. Como dije, con independencia de quienes hayan solicitado la distinción, la concesión la hace la mesa directiva del Senado, de la que Ramírez es segunda vicepresidente. No tiene presentación alguna que las Farc, a través de su senadora, hayan participado en la condecoración y es intolerable que Linares lo haya permitido. No es aceptable que quienes deben ser juzgados condecoren a su juez y es abiertamente contrario a la ética que ese juez acepte que quienes son objeto de su jurisdicción participen en el galardón que se les otorga. Hay que recordar que Linares, aunque ya no preside el tribunal, sigue siendo magistrada.
Y hay que resaltar que aquello de que la mujer del César no solo debe ser honesta sino parecerlo es aún más necesario en materia de justicia. Lo mínimo que habría de esperar de los magistrados de la JEP es que guardaran las apariencias. Pero no, van a retratarse sonrientes con aquellos a los que juzgan, en un acto no solo repugnante sino ofensivo y provocador con las víctimas de las Farc que ven como sus victimarios no solo no pagarán por sus delitos sino que festejan con quienes deberían juzgarlos. Esa foto es una bofetada, una risa burlona en la cara de todos los colombianos y, en particular, de quienes sufrieron en carne propia los crímenes de las Farc.
Los áulicos del pacto con las Farc han salido en gavilla a sostener que quienes criticamos estas desvergüenzas atacamos el proceso de paz. Falso también. La paz no se construye desde la injusticia y la impunidad y el desconocimiento de los derechos de las víctimas.EXTO