Bogotá: entre la improvisación y el caos

Álvaro Ramírez González | Periódico Debate | 9 de enero de 2021

Álvaro Ramírez González
Gustavo Petro llegó a la Alcaldía de Bogotá con un 27% de la votación, porque Juan Manuel Santos, de manera calculada y perversa, apoyó a tres candidatos para que se despedazaran entre sí y arruinaran la candidatura de Enrique Peñalosa.

David Luna, Gina Parody y Galán, salieron a pulverizar la votación de los partidos de centro y a quitarle los votos a Peñalosa y lo lograron.

Y llegó Petro.

Todos vimos cómo fue una Alcaldia inestable porque cada 2 meses un Secretario salía en gazapera con Petro. No logró nunca un equipo ni competente ni estable.

Además, una gerencia pública abusiva, irresponsable y de pésima calidad.

Rebajar los tiquetes de Transmilenio sin razón alguna le generó millonarias pérdidas al sistema, a los operadores y pleitos y pérdidas a la ciudad.

El desastroso manejo de las basuras, la importación de carros usados y el enredo del POT, otra catástrofe.

El plan de vivienda social en Bogota que debió ser de 70.000 unidades en los 4 ańos, apenas llegó a 7000 por pleitos de Petro con el Gobierno Nacional

Finalmente, una alcaldía siempre en crisis, en conflicto con el gobierno nacional y al ser destituido por el Procurador, Petro dejó de mal gobernar a Bogota, para ponerse a pelear.

Así terminó esa horrorosa Alcaldia, llena de promesas todas incumplidas.

En buena hora llegó Peñalosa a poner la ciudad en orden, y a dinamizar las obras, con resultados impresionantes.

De nuevo la ciudad recibe a una persona como Claudia López, producto de la estúpida división entre Uribe Turbay y Galán.

Y se repite de nuevo el fenómeno Petro con algunas desagradables mutaciones.

Coinciden en lo inestables, nada de Planeación ni estrategia de mediano y largo plazo.

Desde el primer día de su mandato, desafiando a la policía, el ESMAD, a los ministros y al presidente Duque y poniéndose del lado de los marchantes.

Apenas le destruyeron a Bogotá tuvo que sacar al ESMAD a las carreras.

Después dedicada a hacerle homenajes a Dylan, el mártir que querían Petro y Fecode, un delincuente irredento con 13 ingresos a la cárcel.

Obsesionada por parar las obras que dejó Peñalosa; no pudo atajar el Metro como era su interés y el de Petro porque Peñalosa se lo dejó contratado y financiado.

Hoy saca pecho con el Metro.

Y el manejo de la pandemia, no ha podido ser más improvisado, imprudente e irresponsable.

Sabiendo que está la pandemia en el punto más alto del rebote se va de vacaciones y naturalmente debió interrumpirlas al ver que la situación era inmanejable.

De las 5000 camas UCI que prometió no ha conseguido ni 2000.

Y ahora, se le vino el mundo encima al anunciar y amenazar sin evidencia alguna ni un solo contagiado que " por ahí anda la cepa inglesa del COVID".

¡Que lengua tan larga, que tremendismo, que barata improvisación!

¿Hay derecho que una ciudad de casi 10 millones de habitantes, tenga una Alcaldesa como Claudia López?

Los bogotanos, han soportado demasiados malos Alcaldes. Suficientes. Lucho Garzón, Samuel Moreno, Gustavo Petro y ahora Claudia López.

¡Y tienen todos el mismo sello: populistas y de izquierda!

¿Y esa es la gerencia pública que quieren llevar al Palacio de Nariño?

¡Mamola!


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