Pablo Javier Placente | Tendencias 21
Un novedoso enfoque de neuromodulación personalizada logra aliviar los síntomas de la depresión severa y resistente al tratamiento en cuestión de minutos. Se centra en las características individuales de cada paciente, a partir de su “firma eléctrica” cerebral.
Una nueva técnica de estimulación cerebral personalizada o neuromodulación permite reducir el impacto de los casos más severos de depresión, incluso cuando existe resistencia a los tratamientos, en sesiones de algunos minutos. La innovación, desarrollada por científicos de la Universidad de California en San Francisco, se basa en la firma cerebral de cada paciente, que determina características únicas de sus redes y conexiones neuronales.
Reinterpretando el esquema que se emplea para corregir circuitos cerebrales defectuosos en personas con epilepsia o enfermedad de Parkinson, los especialistas estadounidenses han creado un nuevo modelo de estimulación cerebral completamente personalizado. Según un comunicado, ya ha sido probado con éxito en un caso de depresión severa.
Para Katherine Scangos, autora principal del estudio, “tanto el cerebro como el corazón son órganos eléctricos, y teniendo en cuenta esto existe una creciente aceptación en el campo científico sobre el impacto de determinadas redes cerebrales defectuosas que causan depresión, al igual que en la epilepsia o la enfermedad de Parkinson. Dichas redes podrían pasar a un estado más saludable mediante la estimulación dirigida», explicó.
Técnicas personalizadas y dirigidas La neuromodulación o estimulación dirigida, previamente adaptada a los síntomas distintivos de cada paciente, es una forma cada vez más común de corregir los circuitos cerebrales defectuosos en personas con epilepsia o enfermedad de Parkinson. Ahora, en esta nueva investigación publicada en la revista Nature Medicine, se demuestra que una técnica similar puede aliviar los síntomas de la depresión severa con resistencia al tratamiento en algunos pocos minutos. ¿Cómo se logra este avance?
El primer punto a tener en cuenta es que se trabaja a partir de la “firma eléctrica” cerebral de cada paciente, o sea un conjunto de características que identifican y personalizan a sus redes neuronales y a la manera en la que las mismas se conectan e integran. Posteriormente, una innovadora técnica de mapeo cerebral permite identificar sitios de estimulación terapéutica específicos, incrementando la eficacia de las intervenciones.
El equipo de investigadores probó su metodología empleando un enfoque mínimamente invasivo denominado estéreo-EEG, que consiste en colocar 10 cables de electrodos intracraneales en el cerebro. Mediante una estimulación eléctrica leve en una serie de regiones específicas del cerebro, los especialistas buscaron conseguir efectos positivos sobre el estado de ánimo de una paciente de 36 años que sufre depresión severa desde su infancia.
Resultados prometedores Los investigadores encontraron que la estimulación de 90 segundos aplicada en varios sitios diferentes del cerebro producía una variedad de estados emocionales positivos en la paciente indicada. Incluso, hallaron que los efectos positivos duraban horas, mucho más que los 40 minutos que habían considerado como límite en su estudio.
En este caso particular, los síntomas mejoraron significativamente en el transcurso de un estudio de 10 días, lo que desembocó en una ausencia casi total de síntomas durante seis semanas. Los científicos se centraron en un área conocida como estriado ventral, que parecía conveniente para abordar mejor los síntomas primarios de baja energía y pérdida de placer en las actividades cotidianas.
Más allá de estos interesantes resultados, los investigadores saben que es necesario abordar la nueva técnica en otros contextos para poder comprobar su eficacia definitiva. Al respecto, expresaron que únicamente desarrollarán el tratamiento cuando la firma cerebral personalizada de un paciente deprimido indique que se necesita un abordaje terapéutico.
Sin embargo, creen que a futuro el esquema podrá aplicarse con éxito porque cada persona recibirá un tratamiento diferente y personalizado, en el cual se buscarán reducir las anomalías en las redes cerebrales que llevan a la depresión, y que se manifiestan de forma única en cada caso.
Una nueva técnica de estimulación cerebral personalizada o neuromodulación permite reducir el impacto de los casos más severos de depresión, incluso cuando existe resistencia a los tratamientos, en sesiones de algunos minutos. La innovación, desarrollada por científicos de la Universidad de California en San Francisco, se basa en la firma cerebral de cada paciente, que determina características únicas de sus redes y conexiones neuronales.
Reinterpretando el esquema que se emplea para corregir circuitos cerebrales defectuosos en personas con epilepsia o enfermedad de Parkinson, los especialistas estadounidenses han creado un nuevo modelo de estimulación cerebral completamente personalizado. Según un comunicado, ya ha sido probado con éxito en un caso de depresión severa.
Para Katherine Scangos, autora principal del estudio, “tanto el cerebro como el corazón son órganos eléctricos, y teniendo en cuenta esto existe una creciente aceptación en el campo científico sobre el impacto de determinadas redes cerebrales defectuosas que causan depresión, al igual que en la epilepsia o la enfermedad de Parkinson. Dichas redes podrían pasar a un estado más saludable mediante la estimulación dirigida», explicó.
Técnicas personalizadas y dirigidas La neuromodulación o estimulación dirigida, previamente adaptada a los síntomas distintivos de cada paciente, es una forma cada vez más común de corregir los circuitos cerebrales defectuosos en personas con epilepsia o enfermedad de Parkinson. Ahora, en esta nueva investigación publicada en la revista Nature Medicine, se demuestra que una técnica similar puede aliviar los síntomas de la depresión severa con resistencia al tratamiento en algunos pocos minutos. ¿Cómo se logra este avance?
El primer punto a tener en cuenta es que se trabaja a partir de la “firma eléctrica” cerebral de cada paciente, o sea un conjunto de características que identifican y personalizan a sus redes neuronales y a la manera en la que las mismas se conectan e integran. Posteriormente, una innovadora técnica de mapeo cerebral permite identificar sitios de estimulación terapéutica específicos, incrementando la eficacia de las intervenciones.
El equipo de investigadores probó su metodología empleando un enfoque mínimamente invasivo denominado estéreo-EEG, que consiste en colocar 10 cables de electrodos intracraneales en el cerebro. Mediante una estimulación eléctrica leve en una serie de regiones específicas del cerebro, los especialistas buscaron conseguir efectos positivos sobre el estado de ánimo de una paciente de 36 años que sufre depresión severa desde su infancia.
Resultados prometedores Los investigadores encontraron que la estimulación de 90 segundos aplicada en varios sitios diferentes del cerebro producía una variedad de estados emocionales positivos en la paciente indicada. Incluso, hallaron que los efectos positivos duraban horas, mucho más que los 40 minutos que habían considerado como límite en su estudio.
En este caso particular, los síntomas mejoraron significativamente en el transcurso de un estudio de 10 días, lo que desembocó en una ausencia casi total de síntomas durante seis semanas. Los científicos se centraron en un área conocida como estriado ventral, que parecía conveniente para abordar mejor los síntomas primarios de baja energía y pérdida de placer en las actividades cotidianas.
Más allá de estos interesantes resultados, los investigadores saben que es necesario abordar la nueva técnica en otros contextos para poder comprobar su eficacia definitiva. Al respecto, expresaron que únicamente desarrollarán el tratamiento cuando la firma cerebral personalizada de un paciente deprimido indique que se necesita un abordaje terapéutico.
Sin embargo, creen que a futuro el esquema podrá aplicarse con éxito porque cada persona recibirá un tratamiento diferente y personalizado, en el cual se buscarán reducir las anomalías en las redes cerebrales que llevan a la depresión, y que se manifiestan de forma única en cada caso.