Orgía política


Roberto Trobajo
Roberto Trobajo | El Expediente | 24 de enero de 2021

El sancocho que están cocinando esos “líderes” de la “izquierda” en Colombia huele cada vez más fétido.

Obvio, más que evidente, ya descaradamente, el “Chef Cazuelero” es el gago Santos, quien anda metiéndose en todo para impulsar el gobierno de “transición” que empuje a la debacle en Colombia..

En lo internacional ya empezó a moverse con su “amigo” Biden para que “encamine hacía una transición pacífica en Venezuela. ¿Y cómo? Sabiendo que inevitablemente Cabo Verde entregará a Saab al gobierno gringo, porque les toca, la real oportunidad de la que habla Santos consistirá en que USA llegue a decir que Saab no representa un peligro para EE.UU. y entonces se lo darían al régimen venezolano, a cambio de que se muestren pacíficos (paren las masacres violatorias de tantos derechos humanos) y que hagan elecciones presidenciales sin Nicolás Maduro ni Diosdado Cabello de candidatos, con amplía veeduría internacional. En eso anda Santos con respecto a Venezuela.

Sobre Cuba, el descaro de Santos es mayor: le pidió a Biden que cambie su política hacia la Isla porque esta “tiene una gran influencia en Venezuela” y que excluya a la dictadura cubana de la lista de países que apoyan al terrorismo, “buenos gestos” con la Habana como los que tuvo en la época de Obama, porque “eso sí es lo que se debe hacer”. Así dijo Santos en una reciente conferencia que dio a la universidad parisina Sciences Po, o Instituto de Estudios Políticos de París.

Queda más que claro, demostrado, que a Santos le interesa más cumplirle a Cuba y Venezuela, a los guerrilleros, que a las víctimas de los terroristas.

En Colombia, el macabro ajedrecista político Santos, viene forjando una candidatura izquierdista, disfrazándola de “Centro”, mientras maneja a sus alfiles: los “líderes” del partido FARC, la UP, del POLO, los VERDES, y esos tales “disidentes” LIBERALES.

Santos está armando un frente común, único, donde supuestamente excluyen a Petro: al Gustavo Petro, su as bajo la manga, por ahora lo seguirán utilizando como “cortina de humo” distractora, para que las miradas de la Derecha no vean, vigilen, las jugadas santistas.

Empero, en lo que sí seguirán vociferando, públicamente, es en celebrar todo lo que vaya logrando Biden para salir de la crisis en USA (a Biden le toca sacar a los norteamericanos adelante post Covid, igual le habría tocado a Trump). ¿Y qué buscan con la cacareada lambonería a Biden? Generar la idea al pueblo colombiano, de que “sólo un nuevo presidente de Centro sería bien visto por el gobierno gringo quienes no escatimarían esfuerzos para ayudar en la recuperación a Colombia” y también venderían aún más que “las propuestas de ese candidato colombiano centrista serían similares a las que tiene Biden y en consecuencia se lograrían iguales resultados”. En eso andan, empezando ya.

A Petro, que saben nunca será presidente, le darían –como consolación- el cargo de embajador ante la OEA, para así impulsar la izquierdización de la Organización de Estados Americanos (donde USA tiene mucho peso) asegurando el retorno de Cuba a esa organización, que pondrían hasta presidir, pues esos son uno de los macro objetivos del Foro de São Paulo.

Todos(as), “líderes” y “lideresas” de la “izquierda” colombiana (incluido Samper y hasta el liberal Gaviria) realmente son piezas, fichas, que Santos mueve, manipulador, engañoso, mentiroso, oportunista, como es y seguirá siendo. Santos es el cerebro, quien encabeza esta orgía política.

Mientras en el seno de la Derecha sólo se ande pensando, anhelando, mantenerse o llegarse al Congreso, embriagados por los egos, estaría facilitándose coronar a las huestes de Santos, un tipo que conoce muy bien a la Derecha y esa “izquierda” en Colombia. Un Santos, tan maquiavélico y camaleónico, no se puede subestimar.

La suerte es que contamos con dos sabios líderes, consagrados a la defensa de la democracia: Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango; pero es imprescindible la cohesión, el interés y la voluntad de servicio al pueblo, reales, entre los políticos que se necesitan de congresistas y en la nueva presidencia del país.

Esa orgía política, nefasta, inescrupulosa, putrefacta, puede ser acabada, si los colombianos de bien, concientizados, unidos, disciplinados, hacemos causa común: salvar a Colombia.


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