David Meza Pretelt | El Expediente | mayo 2 de 2022
Gustavo Petro es un hombre que no ha sido claro con los votantes respecto a sus principios y moral, ya que podría haber sostenido un vínculo extra matrimonial con una mujer transgénero a quien pagaba con contratos en su Alcaldía.
Alguien que quiera ostentar las dignidades de presidir una nación como Colombia, debe ser transparente con el electorado y más allá de juzgar las conductas de la esfera privada de Petro, el foco está sobre la imagen que busca proyectar como hombre de familia y buen esposo en la que sus publicistas han hecho énfasis. Cosa que le garantiza votos y por ende se convierte en parte del debate político. Esta vez no solo lo vemos a él sino también a su esposa e hijos apareciendo en todos los medios posibles, para recitar libretos hechos por estrategas.
Durante su alcaldía, más precisamente en los años 2013, 2015 y 2015, hizo pagos entorno a los 5 millones de pesos en múltiples oportunidades a Michelle Valencia, una mujer transgénero y periodista, que tuvo algunas apariciones en el Canal Capital cuando era dirigido por Hollman Morris.
Hasta ahí todo parecería estar en orden, cualquier ser humano que sea competente merece la posibilidad de destacarse profesionalmente, pero el asunto es que los tiempos de algunas de estas órdenes de pago son posteriores a la salida de Valencia del canal público, que se dio en medio de acaloradas discusiones con otros trabajadores del canal, como recuerdan algunos de sus compañeros de aquella época, para quienes “él tenía protección desde arriba”.
Una reconocida periodista de entretenimiento denunciaba hacia agosto de 2012 que Valencia salió del canal “por impaciente y estrellita antes de tiempo” situación corroborada por excompañeros de trabajo, quienes desde el anonimato confirman que el tiempo que trabajó en Canal Capital, era una constante verla discutir con jefes y otros trabajadores exigiendo privilegios, aduciendo estar respaldada por el burgomaestre.
Luego ella misma anunció públicamente en 2013 que ya no pertenecía al Canal Capital, pero seguía devengando dineros públicos por la prestación de servicios difíciles de comprobar o en el mejor de los casos pagados a precios por encima de lo normal por parte de la Alcaldía.
Tanto Hollman Morris como Gustavo Petro conocían a la periodista personalmente y mantenían un nivel de cercanía con ella que debe ser aclarado a sus votantes. Por su parte, quien fue registrada como hombre en su nacimiento, con el nombre de Michel Alexandro Valencia Carrillo, aparecía en contratos por millonarias sumas que tuvo con la alcaldía de Gustavo Petro hasta el final de su periodo.
Posterior a su salida del canal, Petro quería mantener cerca a Michel y lo ponía ocasionalmente como presentador en eventos culturales, porque no había demostrado las competencias profesionales necesarias para ser presentador de televisión, así justificaba jugosos contratos millonarios que le entregó a la mujer trans, quien empezó a tener un estilo de vida de lujos, con viajes a los E.E.U.U. comprando ropa y accesorios de las mejores marcas.
“Hasta que los gays se volvieron socialistas y viceversa” fueron las palabras pronunciadas por Petro en la inauguración de un centro para la población LGBT en tiempos de su alcaldía, una falacia porque la orientación sexual es independiente de la política, pero que deja entrever una condición personal en el candidato a la presidencia que el país debe conocer. La decisión está en el votante respecto a si desearían o no un presidente homosexual, hecho sobre el cual no emito juicios de valor en este artículo, que busca simplemente revelar al verdadero Petro.
Michel o Michelle, como prefiere ser llamado, es un cucuteño que estudió periodismo en Bogotá, fue contratista de Gustavo Petro a sus 24 años y a pesar de ser favorecido misteriosamente por el ex Alcalde con un puesto al que pocos tendrían acceso para iniciar su carrera, sus capacidades no fueron tenidas en cuenta para la televisión nunca más, situación extraña ya que le fueron confiadas grandes responsabilidades en Canal Capital que después nunca más se atrevería a desempeñar.
Este desenlace nos lleva a preguntarnos si Michel Alexandro ¿Era o no competente para las labores que prestaba a Petro? ¿O acaso estaba siendo remunerado por otro tipo de actividades?
Tanto así que después de su paso por el periodismo, Michel Alexander decidió dedicarse a la prostitución y actualmente la ejerce a tiempo completo, llegando a hacer algo de activismo “gremial”, aunque no es claro si prostituirse era una actividad que ejercía desde antes de ser contratado por Petro en el Canal Capital.
La legalización y regularización de la prostitución es un debate caliente al interior del feminismo, que causa división entre las filas petristas. Valencia es férreo defensor
Incluso sobre su paso como contratista de Petro, Michel ha dicho “cuando perdí mi trabajo y no tenía para comer, las putas me enseñaron a trabajar”, dejando claro que las cosas no terminaron muy bien en el canal gerenciado por su mano derecha: Hollman Morris, con quien Petro comparte el infame título de haber sido denunciados por sus ex esposas buscando proteger a sus hijos de los dos políticos progresistas.
Sobre Morris, Valencia se ha pronunciado en varias ocasiones, denunciando que al alfil petrista “le encanta el show mediático de los demás para quedar bien él” y a pesar de la cercanía que tuvieron cuando trabajaron juntos, la prostituta y periodista afirmó que no votó por él en su candidatura al Concejo en el 2015.
Su apoyo pasional al candidato del Pacto Histórico se ve en mensajes publicados por Michel cuando este había sido suspendido de la alcaldía en 2014, ante lo que dijo: “el alcalde no se va, sino mañana salgo echando tiros por las tetas como Sofía Vergara”.
Michel ha reconocido en múltiples oportunidades que desempeñarse como periodista no le interesa y que prefiere dar prioridad a sus actividades como prostituta, además que de los casting y entrevistas de trabajo que presenta nunca lo llaman, lo que hace pensar en ¿qué criterios habrán tenido para contratarlo en la alcaldía de Petro?.
Lo reprochable en este caso no es ni que Valencia sea trans, ni la atracción que pueda llegar a sentir Petro por miembros de la comunidad LGBT, ya que mi propósito no es entrar en el debate de la ideología de género; sino la falta de transparencia que ha tenido el candidato de la izquierda al usar la nómina de la Alcaldía para contratar personas que no eran idóneas para sus cargos, tal vez para satisfacer placeres personales, práctica clientelista que seguramente se repetiría en un eventual gobierno del Pacto Histórico.
Además está la hipocresía al engañar al votante, mostrándose como un hombre de familia tradicional, cuando carga a cuestas una orden judicial restrictiva revelada en WikiLeaks, interpuesta por su ex esposa Mary Luz Herrán, quien le estaba creando molestias al candidato a tal nivel que prefirió silenciarla ofreciéndole participar en las listas al Concejo de Bogotá y al Senado por el Pacto Histórico; para impedir que divulgue los oscuros secretos que sabe de su vida privada de excesos, su deficiente rol como padre y la época en que Petro fue alias “Andrés” y delinquió en los santanderes.
Si Gustavo Petro ha tenido relaciones sexuales extramatrimoniales con personas trans, es su responsabilidad reconocerlo y aceptar ante el votante el tipo de persona que es. Aclarando que los reproches no se le hacen por su posible homosexualidad, pero sí porque le mienta al votante dando una imagen de padre de familia enmarcado en valores tradicionales, cuando al parecer personajes como Michel Valencia podrían dar testimonio de lo contrario.
De hecho, hace poco tiempo Michel Valencia hizo una revelación que coincide con teorías que navegan en las redes sociales sobre el exguerrillero, al hacer el anuncio: “Muy pronto mi novela Rosita de amor”. ¿Será que cuando Valencia habla de Rosita se refiere al candidato a la presidencia?
Así que no queda más que exigir como colombianos a un personaje que busca imponer su proyecto progresista en alianza con la clase política corrupta, que mientras es candidato sea transparente y le cuente al país si acaso ¿Es una práctica común para Gustavo Petro sostener relaciones sexuales y emocionales con personas trans?
Órdenes de pago de la Alcaldía a nombre de Michel Alexandro Valencia Carrillo: OP-3280V (2013), OP-3280 (2014), OP-3653 (2015), OP-4001 (2015), OP-4126 (2015) y OP-2735 (2014).
Ver: Contratos y órdenes de pago
Gustavo Petro es un hombre que no ha sido claro con los votantes respecto a sus principios y moral, ya que podría haber sostenido un vínculo extra matrimonial con una mujer transgénero a quien pagaba con contratos en su Alcaldía.
Alguien que quiera ostentar las dignidades de presidir una nación como Colombia, debe ser transparente con el electorado y más allá de juzgar las conductas de la esfera privada de Petro, el foco está sobre la imagen que busca proyectar como hombre de familia y buen esposo en la que sus publicistas han hecho énfasis. Cosa que le garantiza votos y por ende se convierte en parte del debate político. Esta vez no solo lo vemos a él sino también a su esposa e hijos apareciendo en todos los medios posibles, para recitar libretos hechos por estrategas.
Durante su alcaldía, más precisamente en los años 2013, 2015 y 2015, hizo pagos entorno a los 5 millones de pesos en múltiples oportunidades a Michelle Valencia, una mujer transgénero y periodista, que tuvo algunas apariciones en el Canal Capital cuando era dirigido por Hollman Morris.
Hasta ahí todo parecería estar en orden, cualquier ser humano que sea competente merece la posibilidad de destacarse profesionalmente, pero el asunto es que los tiempos de algunas de estas órdenes de pago son posteriores a la salida de Valencia del canal público, que se dio en medio de acaloradas discusiones con otros trabajadores del canal, como recuerdan algunos de sus compañeros de aquella época, para quienes “él tenía protección desde arriba”.
Una reconocida periodista de entretenimiento denunciaba hacia agosto de 2012 que Valencia salió del canal “por impaciente y estrellita antes de tiempo” situación corroborada por excompañeros de trabajo, quienes desde el anonimato confirman que el tiempo que trabajó en Canal Capital, era una constante verla discutir con jefes y otros trabajadores exigiendo privilegios, aduciendo estar respaldada por el burgomaestre.
Luego ella misma anunció públicamente en 2013 que ya no pertenecía al Canal Capital, pero seguía devengando dineros públicos por la prestación de servicios difíciles de comprobar o en el mejor de los casos pagados a precios por encima de lo normal por parte de la Alcaldía.
Tanto Hollman Morris como Gustavo Petro conocían a la periodista personalmente y mantenían un nivel de cercanía con ella que debe ser aclarado a sus votantes. Por su parte, quien fue registrada como hombre en su nacimiento, con el nombre de Michel Alexandro Valencia Carrillo, aparecía en contratos por millonarias sumas que tuvo con la alcaldía de Gustavo Petro hasta el final de su periodo.
Posterior a su salida del canal, Petro quería mantener cerca a Michel y lo ponía ocasionalmente como presentador en eventos culturales, porque no había demostrado las competencias profesionales necesarias para ser presentador de televisión, así justificaba jugosos contratos millonarios que le entregó a la mujer trans, quien empezó a tener un estilo de vida de lujos, con viajes a los E.E.U.U. comprando ropa y accesorios de las mejores marcas.
“Hasta que los gays se volvieron socialistas y viceversa” fueron las palabras pronunciadas por Petro en la inauguración de un centro para la población LGBT en tiempos de su alcaldía, una falacia porque la orientación sexual es independiente de la política, pero que deja entrever una condición personal en el candidato a la presidencia que el país debe conocer. La decisión está en el votante respecto a si desearían o no un presidente homosexual, hecho sobre el cual no emito juicios de valor en este artículo, que busca simplemente revelar al verdadero Petro.
Michel o Michelle, como prefiere ser llamado, es un cucuteño que estudió periodismo en Bogotá, fue contratista de Gustavo Petro a sus 24 años y a pesar de ser favorecido misteriosamente por el ex Alcalde con un puesto al que pocos tendrían acceso para iniciar su carrera, sus capacidades no fueron tenidas en cuenta para la televisión nunca más, situación extraña ya que le fueron confiadas grandes responsabilidades en Canal Capital que después nunca más se atrevería a desempeñar.
Este desenlace nos lleva a preguntarnos si Michel Alexandro ¿Era o no competente para las labores que prestaba a Petro? ¿O acaso estaba siendo remunerado por otro tipo de actividades?
Tanto así que después de su paso por el periodismo, Michel Alexander decidió dedicarse a la prostitución y actualmente la ejerce a tiempo completo, llegando a hacer algo de activismo “gremial”, aunque no es claro si prostituirse era una actividad que ejercía desde antes de ser contratado por Petro en el Canal Capital.
La legalización y regularización de la prostitución es un debate caliente al interior del feminismo, que causa división entre las filas petristas. Valencia es férreo defensor
Incluso sobre su paso como contratista de Petro, Michel ha dicho “cuando perdí mi trabajo y no tenía para comer, las putas me enseñaron a trabajar”, dejando claro que las cosas no terminaron muy bien en el canal gerenciado por su mano derecha: Hollman Morris, con quien Petro comparte el infame título de haber sido denunciados por sus ex esposas buscando proteger a sus hijos de los dos políticos progresistas.
Sobre Morris, Valencia se ha pronunciado en varias ocasiones, denunciando que al alfil petrista “le encanta el show mediático de los demás para quedar bien él” y a pesar de la cercanía que tuvieron cuando trabajaron juntos, la prostituta y periodista afirmó que no votó por él en su candidatura al Concejo en el 2015.
Su apoyo pasional al candidato del Pacto Histórico se ve en mensajes publicados por Michel cuando este había sido suspendido de la alcaldía en 2014, ante lo que dijo: “el alcalde no se va, sino mañana salgo echando tiros por las tetas como Sofía Vergara”.
Michel ha reconocido en múltiples oportunidades que desempeñarse como periodista no le interesa y que prefiere dar prioridad a sus actividades como prostituta, además que de los casting y entrevistas de trabajo que presenta nunca lo llaman, lo que hace pensar en ¿qué criterios habrán tenido para contratarlo en la alcaldía de Petro?.
¿Hubo meritocracia? o contratación a dedo
Lo reprochable en este caso no es ni que Valencia sea trans, ni la atracción que pueda llegar a sentir Petro por miembros de la comunidad LGBT, ya que mi propósito no es entrar en el debate de la ideología de género; sino la falta de transparencia que ha tenido el candidato de la izquierda al usar la nómina de la Alcaldía para contratar personas que no eran idóneas para sus cargos, tal vez para satisfacer placeres personales, práctica clientelista que seguramente se repetiría en un eventual gobierno del Pacto Histórico.
Además está la hipocresía al engañar al votante, mostrándose como un hombre de familia tradicional, cuando carga a cuestas una orden judicial restrictiva revelada en WikiLeaks, interpuesta por su ex esposa Mary Luz Herrán, quien le estaba creando molestias al candidato a tal nivel que prefirió silenciarla ofreciéndole participar en las listas al Concejo de Bogotá y al Senado por el Pacto Histórico; para impedir que divulgue los oscuros secretos que sabe de su vida privada de excesos, su deficiente rol como padre y la época en que Petro fue alias “Andrés” y delinquió en los santanderes.
Si Gustavo Petro ha tenido relaciones sexuales extramatrimoniales con personas trans, es su responsabilidad reconocerlo y aceptar ante el votante el tipo de persona que es. Aclarando que los reproches no se le hacen por su posible homosexualidad, pero sí porque le mienta al votante dando una imagen de padre de familia enmarcado en valores tradicionales, cuando al parecer personajes como Michel Valencia podrían dar testimonio de lo contrario.
De hecho, hace poco tiempo Michel Valencia hizo una revelación que coincide con teorías que navegan en las redes sociales sobre el exguerrillero, al hacer el anuncio: “Muy pronto mi novela Rosita de amor”. ¿Será que cuando Valencia habla de Rosita se refiere al candidato a la presidencia?
Así que no queda más que exigir como colombianos a un personaje que busca imponer su proyecto progresista en alianza con la clase política corrupta, que mientras es candidato sea transparente y le cuente al país si acaso ¿Es una práctica común para Gustavo Petro sostener relaciones sexuales y emocionales con personas trans?
Órdenes de pago de la Alcaldía a nombre de Michel Alexandro Valencia Carrillo: OP-3280V (2013), OP-3280 (2014), OP-3653 (2015), OP-4001 (2015), OP-4126 (2015) y OP-2735 (2014).
Ver: Contratos y órdenes de pago